5. Métodos Y
Aplicaciones
Los métodos de
investigación en antropología son tan variados como los
distintos temas de estudio.
Investigación arqueológica
Para los arqueólogos resulta fundamental establecer
esquemas cronológicos a partir de los restos y
fósiles que descubren en sus excavaciones. Entre los
modernos métodos de
datación arqueológicos, la técnica del
carbono
radiactivo tal vez sea la más utilizada. Este método se
basa en que las plantas y los
animales vivos
contienen unas proporciones fijas de una variedad radiactiva del
carbono,
denominada carbono 14, que se va degradando a ritmo constante
hasta convertirse en carbono no radiactivo. La medición de los restos del radiocarbono en
madera
carbonizada, restos de plantas, fibras
de algodón, madera y otras
sustancias, permite determinar con bastante precisión
edades de hasta 60.000 y 70.000 años de
antigüedad.
La edad de los antiguos yacimientos fósiles en
África oriental, que datan de hace varios millones de
años, se ha podido fijar con ayuda de otra potente
herramienta radiológica: el método del
potasio-argón —el potasio radiactivo, potasio 40, se
degrada con enorme lentitud para convertirse en argón
40.
Las secuencias temporales de los restos
arqueológicos se determinan todavía de forma
bastante primaria mediante la observación meticulosa de la
estratigrafía, depósito secuencial de sustancias
terrestres orgánicas y de restos de la actividad humana.
Estos depósitos van creciendo poco a poco y cubren cada
una de las fases previas de cualquier asentamiento humano. Las
técnicas utilizadas para determinar las
secuencias estratigráficas incluyen el análisis del suelo, los
estudios geológicos y el estudio de restos animales y
vegetales, así como la laboriosa tarea de unir restos de
suelos, fosas
de almacenamiento y
demás construcciones.
Investigación social y cultural En la
antropología social y cultural, la investigación se ampara en la idea
fundamental de la observación participante dentro del seno de
una comunidad o
sistema social.
El antropólogo se introduce primero en la vida de la
comunidad y, a
través de los contactos y las observaciones cotidianas, es
aceptado por ella. Esta primera fase de la investigación
de campo requiere semanas, incluso meses, sobre todo si hay
que aprender la lengua local.
Los primeros etnógrafos
obtenían los datos a partir de
entrevistas en
profundidad con algunos informantes clave, personas expertas en
la cultura y en
el sistema social
local. Estos datos se
verificaban y cruzaban con los de otros informantes y con las
observaciones directas del propio trabajador de campo.
Sin embargo, la investigación de las distintas
sociedades y
pueblos exige hoy otras herramientas
metodológicas. Las entrevistas
estructuradas (con muestreo) se
utilizan de forma rutinaria para la obtención de una
información; por ejemplo, el consumo de
alimentos, el
comportamiento
sanitario, los recursos
económicos, los movimientos migratorios laborales, el
tiempo libre y
otros aspectos. Para analizar la conducta
económica hay que registrar con minuciosidad las
transacciones en el mercado, las
horas de trabajo, las capturas de peces y
animales de caza, así como los rendimientos de las
cosechas. Cuando se tratan de estudiar los aspectos de la
personalidad se utilizan pruebas
psicológicas. También se someten a análisis los posibles datos de los registros
parroquiales, los textos locales, los informes
gubernamentales y otras fuentes
escritas.
A medida que los datos son más complejos e
intrincados, y se hace necesario el tratamiento rutinario de
miles o incluso cientos de miles de fragmentos de información, los arqueólogos han
recurrido a las computadoras y
equipos informáticos para dibujar las secuencias
temporales, las relaciones espaciales y demás esquemas.
Las tendencias del cambio
cultural, la interacción entre las actividades
económicas y sociales, las interrelaciones étnicas
y otros patrones complejos se comprueban hoy mediante avanzados
métodos estadísticos.
Estos métodos técnicos y cuantitativos en
la investigación no han sustituido a los estilos
tradicionales de investigación
de campo. Al contrario, las entrevistas en profundidad a los
informantes clave, así como el complejo análisis
cualitativo de los sistemas
simbólicos, las ceremonias y otras prácticas
culturales, constituyen todavía una parte esencial de la
metodología holística (doctrina
epistemológica que hace hincapié en el estudio de
los elementos desde su totalidad).
La antropología moderna se está
convirtiendo poco a poco en una ciencia
aplicada, ya que los investigadores se están concentrando
en aspectos sociales como la sanidad, la educación,
protección del entorno y el desarrollo
urbano. Hoy son muchos los antropólogos contratados por
organismos públicos, empresas de
investigación, grupos
independientes de presión,
organizaciones
indigenistas y agencias sanitarias para realizar trabajos de
campo en entornos culturales, ya sean proyectos
educativos, sanitarios o programas de
desarrollo
agrícola a gran escala en
regiones rurales.
El desplazamiento hacia el estudio de sistemas
heterogéneos y diversificados, así como el auge de
los métodos cuantitativos de investigación han
promovido la necesidad de la investigación en equipo.
Anteriormente, una investigación, por lo general,
sólo implicaba a un trabajador de campo que se aislaba
durante meses en algún poblado remoto; hoy, por el
contrario, la mayor parte de los proyectos de
campo necesitan el apoyo de diferentes profesionales, incluidos
los asesores estadísticos, biólogos,
sociólogos y estudiantes colaboradores.
Por cuestiones de metodología, los antropólogos han
desarrollado vínculos sociales con las comunidades objeto
de estudio. Estas relaciones muchas veces han pasado a ser
verdaderas asociaciones que, en la mayoría de los casos,
han beneficiado a estas comunidades. A cambio, la
aplicación pragmática de estos métodos ha
abierto nuevos caminos en la teoría
social y bioculturaL
El antropólogo inglés
Edward Evans-Pritchard murió sin terminar de escribir esta
obra, basada en una serie de conferencias, a menudo
polémicas, impartidas a los alumnos del Instituto de
Antropología Social de Oxford. En el siguiente fragmento,
Evans-Pritchard comenta algunos de los escritos del
antropólogo de origen polaco Bronislaw Malinowski, a quien
considera figura clave e innovadora del trabajo de campo en
antropología, pero del que presenta interrogantes y
críticas sobre sus interpretaciones sociológicas y
su pensamiento
científico.
Fragmento de Historia del pensamiento
antropológico.
De Edward Evans-Pritchard.
Su obra más conocida es Argonauts of the Western
Pacific, publicada en 1922. Empieza por un análisis
general del método y el alcance de su trabajo de campo y
después expone los antecedentes etnológicos que lo
respaldan: una descripción general del país y de
los habitantes del distrito kula y su modo de vida;
después una descripción similar de los nativos de las
Islas Trobiand. Después de haber descrito con muchos
pormenores los intercambios kula y un gran volumen de
información periférica, finalmente Malinowski hace
el intento de explicarnos el significado del kula. El intento es
un fracaso, porque no nos ofrece interpretación
sociológica de ningún tipo. ¿Por qué?
Malinowski no tenía ni idea de lo que era un
análisis abstracto y, por tanto, de la estructura. En
la medida en que tenía alguna idea de «sistema
social» era puramente en un nivel descriptivo. Un suceso
sigue a otro y son descritos sucesivamente con digresiones
explicativas. Para hacer kula se han de tener canoas, así
que se describe la construcción y el uso que se hace de
éstas; implica visitar a pueblos forasteros, así
que se describen sus costumbres, artesanías y
demás; para propósitos diversos relacionados con el
kula se utilizan hechizos mágicos, así que se ha de
entrar detalladamente en cada uno de los aspectos de la magia;
hay historias de expediciones kula en el pasado, así que
tiene que haber una digresión sobre el mito; y
así sucesivamente. Al no tener ni idea de la estructura, no
hay una pauta que sea pertinente sociológicamente. La
pauta no consiste más que en los vínculos entre los
acontecimientos reales y el supuesto análisis no es
más que un comentario. El libro
está mucho más orientado a la magia que al kula.
Todo lo que nos dice pudiera haber ocupado 50 páginas en
vez de las 500 que ocupa. En cierto sentido, es un ejemplar de
libro que
responde al modelo de
novela
sociológica escrita, por ejemplo, por Zola. El intento
fallido de eludir un mero registro de las
observaciones y de llevar a cabo un análisis mediante una
serie de abstracciones significa no sólo que no se nos
transmite nada sobre las interrelaciones políticas
de las comunidades implicadas en el kula y nada sobre el sistema
de parentesco, sino incluso que se omiten los hechos esenciales
respecto al kula. Malinowski no nos dice quién comerciaba
con quién; no nos dice nada de las interrelaciones de las
personas que componen las aldeas que toman parte en el kula; y
así sucesivamente.
Las interdependencias que sí cita no son las de
las abstracciones dentro de un marco de referencia teórico
como el que encontramos en cualquier ciencia
natural (Malinowski defendía que la antropología
social era una de ellas), si no entre las diferentes formas de
comportamiento, acontecimientos. Los habitantes de
las Islas Trobiand hacen magia para proteger sus jardines y
canoas o para que los primeros florezcan y las segundas naveguen.
Es una interdependencia de actividades económicas y
rituales en el sentido de conexión temporal y espacial, de
yuxtaposición. Pero si fuera una interdependencia
funcional, por ejemplo, ¿cultivarían de otra manera
o menos sin la magia? Con este método de
investigación no podemos saberlo. Sólo podemos
saberlo utilizando la situación experimental que nos
proporciona la historia o utilizando el
método comparativo. Ciertamente, para la
utilización del método comparativo se requiere la
idea de «sistema» o «estructura». Uno no
compara una ballena y un ratón como cosas reales y
concretas. Uno compara sus sistemas anatómicos y
fisiológicos. Del mismo modo, uno no puede comparar
instituciones
reales en diferentes sociedades
—únicamente características o aspectos o cualidades de
ellas—, es decir, abstracciones. Por ejemplo, yo he
comparado la magia zande con la magia trobiand, pero sólo
en relación con la naturaleza del
encantamiento en conexión con las leyes de la
herencia. La
debilidad del planteamiento de Malinowski se hace patente cuando
trata de decir algo general sobre las sociedades humanas y no
sobre una sociedad en
particular.
En un libro posterior, Crime and Custom in Savage
Society (1926), Malinowski dice: «Lo único que nos
queda es abogar por la rápida y completa
desaparición en los informes de
trabajo de campo de estas briznas de información sobre
costumbres, creencias y normas de
conducta que
flotan en el aire o que
más bien llevan una existencia insulsa en el papel, con la
tercera dimensión, la de la vida, totalmente ausente. Si
así fuera, los razonamientos teóricos de la
antropología podrían desprenderse de las
interminables letanías de informes ensartados que hacen a
los antropólogos sentirse estúpidos y a los
salvajes parecer ridículos» (pág.
126).
Fundamentado en este tipo de información, se ha
erigido un enorme edificio de teoría
antropológica. Como la información carecía
en gran parte de sentido, las construcciones basadas en ella
también. Malinowski pensó que su labor tenía
que consistir en sacar a la antropología de este
callejón sin salida. Este libro trata del salvaje
místico de Lévy-Bruhl, de las ideas de Rivers y de
la escuela francesa
sobre la solidaridad
clánica, y de las reconstrucciones hipotéticas de
Rivers y otros. La ley primitiva ha
merecido la atención de Bachofen, Post, Kohler y otros
en el siglo pasado, pero todos ellos se atenían a
enunciados inadecuados; en un tema complejo como la ley, las
observaciones de aficionado eran en conjunto inútiles.
Estaban también ligadas a la doctrina de Morgan y otros:
promiscuidad primitiva, matrimonio
grupal, comunismo
primitivo, etc. «En suma», escribe Malinowski,
«subyacente a todas estas ideas estaba el supuesto de que
en las sociedades primitivas el individuo está
completamente dominado por el grupo
—la horda, el clan o la tribu—, que obedece los
mandatos de su comunidad, sus tradiciones, su opinión
pública, sus decretos, con obediencia servil,
fascinada y pasiva» (pág. 3). A Malinowski le
resulta fácil mostrar que todo esto es absurdo y le
debemos mucho por haber actuado como disolvente crítico de
la teoría aceptada, aun cuando su contribución
fuera más negativa que positiva. Pero fue falto de
escrúpulos en el uso que hizo de los autores
teóricos como hombres de paja y poco constructivo
teóricamente: no nos ofrece ninguna verdadera
teoría de la ley y ni siquiera una definición
elemental de ella o una clasificación de sus
tipos.
Los planteamientos más maduros de Malinowski
están contenidos en su libro póstumo, pero casi
totalmente revisado, A Scientific Theory of Culture and Other
Essays (1944). Es un buen ejemplo del marasmo de verborrea y
trivialidad a que puede llevar el intento de aparentar ser un
científico natural. Malinowski fue en todo caso un
pensador fútil.
Lo que Malinowski denomina teoría no es en
absoluto una teoría, sino una guía para la
recolección y la ordenación de datos, un vade mecum
para el investigador de campo, un prolijo Notas y dudas. No
supera nunca el nivel descriptivo y operativo del
análisis; y es en su mayor parte una elaboración
verbosa de lo obvio y la elevación de lugares comunes a
conceptos científicos. Parece que el propio Malinowski
así lo percibió. Él dice (pág. 175)
de su libro, o mejor, de la teoría funcional que contiene,
que «está dirigida principalmente a equipar al
investigador de campo con una perspectiva clara y con todas las
instrucciones necesarias respecto a qué observar y
qué registrar». También dice: «Este
tipo de análisis funcional se expone fácilmente a
la acusación de tautología y trivialidad,
así como a la crítica de que implica un
círculo lógico, porque, obviamente, si definimos la
función
como la satisfacción de una necesidad, es fácil
sospechar que la necesidad que se ha de satisfacer ha sido
introducida con el fin de satisfacer la necesidad de satisfacer
una función.
Así pues, por ejemplo, los clanes son obviamente un tipo
adicional de diferenciación interna. ¿Podemos
hablar de la necesidad legítima de semejante
diferenciación, especialmente cuando la necesidad no
siempre está presente, puesto que no todas las comunidades
tienen clanes, y aun así funcionan muy bien sin
ellos?» El libro es un ejercicio de pragmatismo y,
por tanto, Malinowski yerra cuando analiza algo que no le gusta,
la guerra.
Él estima que la guerra no
satisface una necesidad en la Europa moderna.
Entonces, ¿por qué la tenemos?
Antropología: el más completo
cráneo de homínido primitivo
Según una información proporcionada por Associated
Press el 27 de abril, un equipo de paleontólogos
desenterró el cráneo de hombre-mono
más completo y mejor conservado . Fue descubierto en
octubre de 1994, en Drimolen, un lugar a 32 km al noroeste de la
ciudad surafricana de Johannesburgo. Es "uno de los
descubrimientos más extraordinarios de la
paleontología", según afirmó Lee Berger,
director de la sección de paleontología de la
Universidad de
Witwatersrand, en Suráfrica.
Se trata de una hembra de Paranthropus robustus con
entre 1,5 y 2 millones de años de antigüedad. Junto
al cráneo de la hembra se encontró también
la mandíbula de un macho. Los restos fueron bautizados con
los nombres de los amantes de la mitología
griega Orfeo y Eurídice. Su estudio
proporcionará a los investigadores una buena oportunidad
para comparar las diferencias entre el macho y la hembra de este
homínido.
El Paranthropus robustus vivió hace entre 1,5 y 2
millones de años y era un animal vegetariano capaz de usar
rudimentarias herramientas
de hueso. Se extinguió hace aproximadamente un
millón de años, probablemente como consecuencia de
la dominación del hombre
primitivo. "Se trata de una criatura que entró en
competición directa con nuestros primeros ancestros",
afirmó Andre Keyser, paleontólogo y director del
yacimiento en el que fueron encontrados los
fósiles.
Hasta hoy, los científicos desconocían con
precisión las características de la hembra del
Paranthropus robustus. Ahora ya saben que ésta era
más pequeña que el macho, que sus dientes eran
también más pequeños, y que había
perdido una protuberancia en la parte superior del cráneo,
una diferencia entre macho y hembra que comparten con el gorila,
según afirma Keyser.
Augé, Marc. Hacia una antropología de los
mundos contemporáneos. Barcelona:
Editorial Gedisa, 1995. Original aplicación de los
principios de
la antropología al análisis de la época
contemporánea.
Boas, Franz. Cuestiones fundamentales de antropología
cultural. Barcelona: Círculo de Lectores, 1990. Obra
clásica de introducción a los temas fundamentales de
la antropología cultural.
Caro Baroja, Julio. Reflexiones nuevas sobre viejos temas.
Madrid: Ediciones
Istmo, 1990. Conjunto de ensayos sobre
diferentes temas antropológicos desde la perspectiva
particular de Caro Baroja.
Carrithers, Michael. ¿Por qué los humanos tenemos
culturas?: una aproximación a la antropología y la
diversidad social. Madrid: Alianza Editorial, 1995. Ensayo sobre
la diversidad cultural, con análisis sobre temas
esenciales de la antropología cultural.
Espina Barrio, Ángel. Manual de
antropología cultural. Salamanca: Amaru Ediciones, 1992.
Introducción a la antropología
cultural, con indicaciones bibliográficas.
Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas.
Barcelona: Editorial Gedisa, 1995. Original interpretación
de temas centrales de antropología cultural, que se ha
convertido en clásico.
Harris, Marvin. Introducción a la antropología
general. Madrid: Alianza Editorial5ª ed., 1996. . Excelente
manual
introductorio, con bibliografía.
Autor:
Lic. José Luis Dell’ordine
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |